Parentesco activo: el nuevo vínculo entre abuelas y nietos jóvenes

22/02/2025

El lazo entre abuelas y nietos ha tomado una nueva dimensión en la actualidad. Gracias al aumento en la esperanza y calidad de vida, muchas abuelas que fueron figuras clave en la crianza de sus nietos hoy disfrutan de un vínculo de amistad y complicidad con ellos.

Parentesco activo: el nuevo vínculo entre abuelas y nietos jóvenes

Este fenómeno, conocido como "parentesco activo", redefine la relación intergeneracional y destaca el rol fundamental que desempeñan las abuelas en la vida de los jóvenes adultos.

De la infancia a la adultez: un lazo que perdura

El concepto de "abuelas cuidadoras" ayuda a explicar este fenómeno. Muchas de estas mujeres pasaron incontables horas con sus nietos desde su niñez, llevándolos al colegio, acompañándolos en sus actividades y hasta participando en reuniones escolares en lugar de los padres.

Hoy, lejos de las responsabilidades de crianza, el vínculo con sus nietos ha evolucionado hacia una relación más horizontal, basada en la amistad y el disfrute mutuo.

Cada vez es más común que los jóvenes adultos incluyan a sus abuelas en sus planes, como almorzar juntos, salir de compras o simplemente compartir una charla.

Este tipo de relación, que en otras generaciones era menos frecuente, se fortalece gracias a la cercanía y la compañía que se forjó en la infancia y que ahora se mantiene desde otro lugar.

Relación entre abuelas y nietos jóvenes

La ciencia respalda la conexión especial

Investigaciones recientes han demostrado que el vínculo entre las abuelas y sus nietos no es solo emocional, sino también genético.

Estudios de la Universidad de Cambridge revelan que, debido a la transmisión del cromosoma X, las abuelas maternas tienen una conexión biológica particularmente fuerte con sus nietos.

Esta herencia influye en rasgos de carácter y temperamento, reforzando el lazo intergeneracional.

Vínculos que trascienden generaciones

Algunas abuelas mantienen un contacto diario con sus nietos, incluso cuando viven en ciudades diferentes.

Mensajes, llamadas o videollamadas son parte de la rutina, fortaleciendo un lazo que perdura con el tiempo.

Muchas han aprendido a adaptarse a los intereses de sus nietos, mostrando curiosidad y participación en sus gustos y actividades.

El experto Julián Bustín, jefe de la Clínica de Gerontopsiquiatría y Memoria de Ineco, destaca que muchas abuelas hoy experimentan una "segunda adolescencia".

No solo comparten tiempo con sus nietos, sino que también se animan a nuevos desafíos, como aprender un idioma, estudiar una carrera o practicar un nuevo deporte. "Este vínculo es una fuente de alegría y motivación para los adultos mayores", afirma.

Un lazo que se renueva con el tiempo

El socólogo Enrique Amadasi explica que la pandemia también jugó un papel clave en esta transformación.

Durante el aislamiento, muchos nietos se mantuvieron en contacto con sus abuelos de forma constante, lo que reforzó los lazos afectivos.

Además, la creciente presencia de los abuelos en la vida cotidiana de sus nietos, especialmente en familias con padres que trabajan muchas horas, ha contribuido a esta conexión estrecha.

Hoy, los vínculos entre abuelos y nietos no se "fossilizan" con el tiempo, sino que se renuevan y adquieren una naturaleza diferente.

Sin las obligaciones de la infancia, la relación se convierte en un espacio de compañerismo y afecto genuino. En este contexto, el "parentesco activo" es una realidad que sigue cobrando fuerza en la vida de muchas familias.

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