La dura supervivencia de María Belén Zerda en la selva de Cancún

Tras 12 días de intensa búsqueda, María Belén Zerda fue encontrada sana y salva en una zona selvática de Cancún, México.

La mujer de 38 años había desaparecido el 6 de abril y, luego de ser hallada el pasado viernes, logró regresar a la Argentina para reencontrarse con su familia.

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Días de lucha para sobrevivir

Durante su tiempo en la selva, Belén Zerda debió enfrentarse a condiciones extremas: caminaba descalza, bebía agua de lluvia o de pequeños lagos y se alimentaba de lo que encontraba, como hojas y moras.

Incluso llegó a consumir el contenido de una botella hallada en su camino, sin saber exactamente qué era.

Según relataron sus familiares, Belén pasó varios días sin ingerir alimentos y sufrió una fuerte deshidratación. "Estaba re deshidratada.

Le pusieron tres sueros y potasio", contó uno de sus hermanos, quien detalló que además perdió cerca de 15 kilos.

El hallazgo en la selva

La desaparición de Belén se había denunciado el 6 de abril y el 10 se activó el protocolo Alba, diseñado para casos de extravío.

Finalmente, el viernes pasado fue encontrada vistiendo la misma ropa descripta en la denuncia: una musculosa negra tipo top, un short claro y crocs verdes y blancas.

"Estaba asustada porque la habían hostigado y amenazado", explicó su hermano Guillermo Zerda, quien destacó el estado de vulnerabilidad en el que la mujer se refugió entre la vegetación.

Recuperación y regreso a Argentina

Una vez rescatada, María Belén fue trasladada a un centro médico para realizarle estudios.

Los resultados confirmaron que, más allá de algunas lastimaduras superficiales y bajos niveles de potasio, su estado de salud general era bueno.

"La vio un grupo de psicólogos, psiquiatras, le hicieron radiografías y otros estudios. Está bárbara", aseguraron sus allegados.

El sábado pasado, tras completar los chequeos, viajó de regreso a Argentina, donde fue recibida por sus seres queridos.

A pesar del trauma vivido, sus familiares destacaron su fortaleza y el alivio de tenerla nuevamente a salvo.