Fin del cepo: el Gobierno celebra y se prepara para el impacto en la economía real
15/04/2025
Tras levantar las restricciones cambiarias que regían desde hace más de cinco años, el oficialismo festeja lo que considera un avance decisivo en su plan económico.

Sin embargo, comienza una etapa más compleja: frenar el impacto en los precios y sostener la estabilidad.
Primer round superado: adiós al cepo
Después de 2049 días con controles sobre la compra de dólares, el Gobierno de Javier Milei concretó el levantamiento del cepo cambiario.
El dólar cerró en $1230, sin intervención del Banco Central, en una jornada que el oficialismo calificó como histórica.
En la Casa Rosada reinó un clima de victoria, comparado por algunos con el gol de Gonzalo Montiel en la final del Mundial de Qatar.
El propio Milei se mostró activo en redes sociales, retomando su tono provocador con frases como “Viva la libertad carajo” y una taza que rezaba “Lágrimas de zurdo”.
La euforia fue compartida por su equipo económico, que se mostró confiado en que las condiciones macroeconómicas (superávit fiscal y comercial, ajuste del gasto y nula emisión monetaria) están dadas para sostener la medida.
Respaldo externo y reconocimiento local
La decisión también recibió elogios fuera de las filas libertarias. Desde Gabriel Rubinstein, exfuncionario de Sergio Massa, hasta Alfonso Prat-Gay y Hernán Lacunza, exministros macristas, celebraron el paso dado.
Incluso Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE.UU. y cercano a Donald Trump, se reunió con Milei y expresó el “pleno apoyo” de su país a las “audaces reformas económicas”.
El gesto fue bien recibido por las principales cámaras empresarias e inversores internacionales.
Para muchos, el oficialismo priorizó la economía por sobre los tiempos electorales, algo que destacaron como una señal positiva.
El segundo tiempo: precios y desafíos micro
Con el cepo atrás, ahora la atención se concentra en el bolsillo de la gente. El Presidente fue categórico: “Los precios no tienen por qué subir”.
Para Milei, la eliminación del cepo no debería impactar en la inflación, y sostuvo que el tipo de cambio ya no será un motor de aumentos.
Sin embargo, los antecedentes generan dudas. Apenas finalizada la cadena nacional donde se oficializó la medida, comenzaron a circular avisos de subas de hasta un 20% en algunas listas de precios, lo que despertó tensiones entre proveedores y comerciantes.
En sectores industriales, donde 6 de cada 10 insumos son importados, se teme por los efectos inmediatos.
Además, el Gobierno no descarta que los vaivenes iniciales del tipo de cambio puedan generar incertidumbre.
Aunque las autoridades se muestran confiadas en que esta vez “será distinto”, advierten que las expectativas están “seteadas en el piso de la banda de $1000”, más que en su techo.
Importaciones: una economía que depende del dólar
El impacto del fin del cepo en la economía real es inevitable. En Argentina, el 90% de las grandes industrias y el 67% de las pymes dependen de insumos importados.
Desde autopartes hasta medicamentos, pasando por celulares, pantallas y alimentos como chocolate y panificados, el dólar está presente en buena parte del proceso productivo.
El dato es contundente: 65% de los insumos farmacéuticos, 99% de los componentes de celulares y televisores, y un 30% del costo del pan dependen del dólar, según datos de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
Empresarios como Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, celebraron la medida como “un gran día para los argentinos”.
Pero otros, con más cautela, recuerdan experiencias pasadas en las que aprovecharon las aperturas para girar ganancias al exterior, anticipando posibles retrocesos.
El mensaje al campo y el nuevo pragmatismo
Milei también fue directo con el sector agroexportador. En una entrevista radial advirtió: “Avísele al campo que si tiene que liquidar, liquide ahora, porque en julio vuelven las retenciones”.
Ya sin apelar al corazón, el mensaje es claro: aprovechen este momento porque podría no durar.
Desde el oficialismo creen que la medida pone fin a lo que empresarios llamaban la “economía del dique”: un sistema que impedía tanto la salida de dólares como el ingreso de inversiones.
No obstante, admiten que la recuperación será gradual y dependerá de que las empresas puedan efectivamente girar dividendos y planificar en un entorno más previsible.
Una batalla que apenas comienza
Si bien el Gobierno considera que superó un primer gran obstáculo, reconoce que el partido está lejos de haber terminado.
Con una inflación mensual aún en 3,7%, las próximas semanas serán clave para ver cómo se trasladan los cambios macro a la vida cotidiana. La pelea, ahora, se libra en las góndolas.
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