Día de la Madre Tierra: ¿por qué se celebra cada 22 de abril?
22/04/2025
Cada 22 de abril, el mundo detiene su marcha por un momento para reflexionar sobre el vínculo entre la humanidad y su entorno.

El Día Internacional de la Madre Tierra no es solo una fecha simbólica: es un llamado urgente frente a la crisis ambiental global, marcada por incendios, sequías y una creciente contaminación.
Una jornada para pensar, actuar y transformar
Esta efeméride fue formalizada por la Asamblea General de la ONU en 2009, pero sus raíces se remontan a las protestas ecologistas surgidas en Estados Unidos durante los años 70.
El objetivo central sigue vigente: promover un desarrollo sostenible y fomentar el respeto por los límites naturales del planeta.
Desde entonces, la jornada se convirtió en una plataforma global para impulsar acciones colectivas que contribuyan a un futuro más saludable.
En distintos rincones del mundo, se realizan campañas de reforestación, talleres educativos, limpiezas comunitarias y ferias ecológicas que buscan fortalecer la conciencia ambiental.
Un movimiento que nació desde la sociedad
El origen de esta celebración se remonta al 22 de abril de 1970, cuando una masiva movilización ciudadana en Estados Unidos, promovida por el senador Gaylord Nelson, encendió la chispa del movimiento ambiental moderno.
A partir de esa fecha, se fundó la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y se aprobaron leyes claves para el cuidado del entorno.
Casi cuatro décadas después, en 2009, las Naciones Unidas le dieron carácter oficial a esta conmemoración, consolidando su espíritu de promover una relación respetuosa y equilibrada entre las personas y el planeta.
Qué busca el Día de la Madre Tierra
Este día apunta a visibilizar los desafíos ambientales más urgentes, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la contaminación.
También promueve un enfoque integral que reconozca la interdependencia entre los seres humanos y los ecosistemas.
Además de subrayar la urgencia de implementar políticas públicas sostenibles, el 22 de abril es una oportunidad para celebrar aquellas iniciativas que ya están marcando la diferencia en conservación ambiental.
Desde pequeñas acciones cotidianas hasta grandes proyectos colectivos, todo suma para proteger la vida en todas sus formas.
Educación y compromiso: el rol de las instituciones
Escuelas, universidades y organizaciones sociales se suman cada año con propuestas concretas: talleres para estudiantes, campañas de concientización, y actividades que promuevan hábitos responsables con el ambiente. La participación activa de los jóvenes es clave para sostener este impulso en el tiempo.
También muchas organizaciones no gubernamentales y organismos del Estado utilizan esta fecha para lanzar nuevos programas y políticas que buscan reducir el impacto humano sobre el entorno natural.
El futuro en juego: desafíos que no pueden esperar
A pesar de los logros alcanzados desde aquel primer Día de la Tierra, los desafíos ambientales siguen creciendo.
La degradación de los ecosistemas, el uso excesivo de recursos y las consecuencias del cambio climático exigen respuestas urgentes y sostenidas.
Por eso, el Día Internacional de la Madre Tierra representa mucho más que una conmemoración.
Es una oportunidad para repensar el modelo de desarrollo, para modificar hábitos de consumo, y para involucrarse activamente en decisiones que afectan la salud del planeta.
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