Emergencia climática: la ciencia advierte y llama a prepararnos para lo que viene
22/03/2025
En dos ediciones especiales de Radio UNNE, transmitidas por la 99.7 Mhz, se abrió un espacio de reflexión profunda sobre la crisis climática actual, con eje en la reciente catástrofe vivida en Bahía Blanca.

El programa reunió voces de especialistas de todo el país y de las provincias de influencia de la Universidad Nacional del Nordeste, con un objetivo claro: pensar colectivamente cómo adaptarnos a una realidad que ya no es futura, sino presente.
Un fenómeno que ya está entre nosotros
El doctor Federico Robledo, investigador de la Universidad de Buenos Aires y experto en Ciencias de la Atmósfera, participó del ciclo y dejó en claro que los eventos climáticos extremos, como lluvias intensas, olas de calor, sequías y bajantes prolongadas, ya no son excepcionales.
“Siempre hubo lluvias fuertes, especialmente en el nordeste argentino, pero hoy sabemos que el cambio climático ha hecho que estos fenómenos sean más frecuentes e intensos”, afirmó.
Robledo explicó que hoy existe evidencia científica que demuestra que el calentamiento global es de origen antrópico, es decir, provocado por la acción humana.
Lo que antes podía suceder cada 50 años, hoy ocurre cada diez. “Eso es lo que estamos viendo a nivel mundial”, subrayó.

Bahía Blanca, un caso que obliga a repensar todo
El investigador se refirió en detalle a lo sucedido recientemente en Bahía Blanca, donde cayeron en promedio 300 milímetros de lluvia, con picos superiores en algunas zonas.
Este evento superó ampliamente el récord de lluvias diarias registrado desde 1961 por el Servicio Meteorológico Nacional, que era de 160 mm.
“Fue un fenómeno extraordinario, estadísticamente poco común, pero posible”, advirtió. Robledo comparó lo sucedido con otros eventos extremos como las inundaciones en La Plata en 2013 (casi 400 mm) o en Tartagal en 2009, y lo encuadró dentro del mismo patrón: señales concretas del cambio climático.

La importancia de la infraestructura y las alertas
Para el especialista, los sistemas de alerta del Servicio Meteorológico Nacional “funcionan muy bien” gracias a sus profesionales.
En el caso de Bahía Blanca, el municipio suspendió las clases un día antes del evento, lo que evitó una tragedia aún mayor.
Sin embargo, Robledo alertó que las obras de infraestructura deben actualizarse según la nueva realidad climática.
El canal aliviador de Bahía Blanca, construido en los años 50, fue pensado para un régimen de lluvias muy diferente al actual.
“Hoy, las lluvias tienen otras frecuencias e intensidades. Las obras deben pensarse con esta nueva información”, dijo.
Lluvias, llanuras y lentos escurrimientos
Robledo también mencionó el caso de la provincia de Corrientes, a la que describió como “muy llana, con múltiples lagunas y zonas bajas”, lo que hace que el agua tarde mucho en escurrir.
Situaciones similares se observan en las áreas más afectadas de Bahía Blanca e Ingeniero White.
Prepararse no solo con tecnología, sino como comunidad
En el cierre de su intervención, Robledo insistió en que la preparación ante eventos extremos no puede limitarse a lo tecnológico.
Se necesita también una comunidad organizada. “Como sucedió en el huracán Katrina en 2005, en Estados Unidos, incluso con tecnología avanzada, murieron más de 2.800 personas”, recordó.
Entre las medidas clave, destacó la necesidad de saber dónde viven las personas con discapacidad o adultos mayores, para poder asistirlas en situaciones de emergencia. “Desde cada familia se puede construir esa lógica comunitaria de cuidado mutuo”, afirmó.
“El cambio climático ya está con nosotros. Ahora nos toca pensar cómo adaptarnos a esta realidad que ya vivimos a escala global”, concluyó Robledo.
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