Día Mundial de la Empanada: un homenaje a la reina del sabor argentino
08/04/2025
Cada 8 de abril, el calendario gastronómico nos recuerda que es momento de rendir tributo a un verdadero clásico: la empanada.

Aunque su origen no está en nuestro país, en Argentina logró echar raíces profundas y convertirse en una de las comidas más representativas, con recetas que varían según la región pero comparten un mismo espíritu.
Una receta que cruzó siglos y continentes
Lejos de ser una invención local, la empanada tiene antecedentes milenarios en la Antigua Grecia, donde ya se utilizaban masas delgadas para envolver vegetales.
Con el tiempo, la receta fue modificándose, sobre todo a partir de la influencia árabe en la península ibérica. Desde allí, llegó a América Latina y encontró en Argentina un terreno fértil para reinventarse.
Fue en Buenos Aires, a mediados del siglo XX, cuando la empanada vivió su gran auge, impulsada por los movimientos migratorios internos.
Lo que siguió fue una apropiación cultural tan fuerte que hoy nadie duda de su lugar en la mesa nacional.
Una delicia con identidad regional
Una de las particularidades más celebradas de este plato es la diversidad de sus versiones. Cada provincia argentina tiene su propia fórmula y defiende con pasión sus ingredientes.
Desde la empanada salteña, famosa por su jugosidad, hasta la cordobesa, que incluye pasas de uva, el abanico de sabores es tan amplio como nuestra geografía.
Según datos de la Agrupación de Pizzerías y Casas de Empanadas de Argentina (Apyce), el consumo per cápita supera las 100 empanadas por año, una cifra que demuestra el cariño que los argentinos le tienen a este bocado.
Se disfruta tanto fría como caliente, como entrada o plato principal, y no son pocos los que la eligen como desayuno o merienda improvisada.
¿Cuáles son las preferidas?
En cuanto a los gustos, el podio está claro. La empanada de carne encabeza el ranking de preferencias con un 28%, seguida por la de jamón y queso (20%) y la de pollo (17%).
Estas cifras reflejan una tendencia que se mantiene a lo largo del tiempo, aunque cada tanto surgen nuevas variantes que buscan innovar sin perder el espíritu original.
Más allá de nuestras fronteras
Aunque en Argentina ocupa un lugar privilegiado, la empanada no es exclusiva de nuestro país. Distintos países del mundo tienen su propia versión:
- España: la clásica empanada gallega, de gran tamaño, puede ser rectangular o redonda. Se come fría y suele estar rellena de atún, pimientos y cebolla.
- Chile: la tradicional empanada de pino lleva carne picada, cebolla, huevo duro, aceitunas y pasas. También son populares las empanadas costeras con rellenos de queso y mariscos.
- Colombia y Venezuela: las empanadas se hacen con masa de maíz precocido y generalmente se fríen. Los rellenos más comunes son carne, pollo, queso y guisos típicos.
- India: las samosas son una especie de empanada frita, rellena de papas, arvejas y especias. Son un ícono del street food.
- México: se pueden encontrar versiones dulces y saladas, con rellenos de picadillo, queso, dulce de leche (cajeta) o frutas. En algunas regiones se cocinan en horno de barro.
- Filipinas: allí, la empanada es una herencia directa de la cocina española. Se prepara frita y se rellena con carne, verduras y huevo duro.
Un bocado sin fronteras
La empanada logró lo que pocas comidas: ser amada por múltiples culturas sin perder su esencia.
En cualquier lugar del mundo, su estructura básica (una masa que envuelve un relleno sabroso) permanece intacta. Y, tal vez, ahí radica su encanto: en ser simple, rica y, sobre todo, compartible.
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