El asteroide 2024 YR4 ya no amenaza la Tierra, pero podría impactar en la Luna en 2032
02/04/2025
Una nueva evaluación realizada por el telescopio espacial James Webb modificó radicalmente el escenario respecto al asteroide 2024 YR4.

Si bien en febrero se temía un posible choque con la Tierra, ahora los científicos centran su atención en otra posibilidad: que el impacto se produzca, pero sobre la superficie de la Luna.
De amenaza para la Tierra a foco de interés lunar
El asteroide 2024 YR4 fue detectado en diciembre de 2024, y desde entonces captó la atención de la comunidad científica.
Su órbita, que cruza regularmente la trayectoria de la Tierra, hizo pensar que existía un riesgo real de colisión. De hecho, los primeros cálculos estimaban una probabilidad del 3,1% de impacto para el 22 de diciembre de 2032.
Por su tamaño (de entre 40 y 90 metros de diámetro) y su potencial destructivo, fue calificado como un “asesino de ciudades”.
Un choque contra nuestro planeta habría liberado una energía equivalente a 500 bombas de Hiroshima, suficiente para devastar una gran ciudad.
El papel del telescopio James Webb
Gracias a observaciones más precisas realizadas por el telescopio espacial James Webb en marzo de 2025, se logró refinar la información sobre el asteroide.
Estos estudios permitieron conocer con mayor exactitud su tamaño, rotación y composición.
Los datos indicaron que el 2024 YR4 podría medir cerca de 60 metros, un poco más de lo calculado previamente, y que su estructura es probablemente más rocosa.
Esta información resultó clave para descartar un impacto con la Tierra, pero dio lugar a una nueva hipótesis: que el asteroide colisione con la Luna.
Un posible impacto sin riesgo para la Tierra
Según los nuevos análisis, existe una probabilidad del 2% de que el asteroide impacte contra la Luna en diciembre de 2032.
Aunque un evento así no representaría un riesgo para la Tierra, sí genera interés por sus implicancias científicas.
Especialistas como Julia de León, del Instituto de Astrofísica de Canarias, destacan que sería una oportunidad sin precedentes.
“No sería peligroso para nosotros, pero sería una oportunidad estupenda para ver un impacto lunar y sus consecuencias a corto plazo”, señaló. Sería la primera vez que se observa un choque de un objeto mayor a 50 metros sobre la Luna.
¿Qué se puede aprender de un impacto lunar?
La Luna ha sido blanco de múltiples impactos a lo largo de su historia, pero uno reciente y documentado en tiempo real permitiría estudiar cómo se forma un cráter y cómo reacciona su superficie.
Los expertos estiman que un choque de esta magnitud podría generar un cráter de hasta 2 kilómetros de diámetro, abriendo la puerta a nuevas investigaciones sobre la evolución del sistema solar y la historia geológica lunar.
El astrónomo Diego Bagú explicó que si bien el impacto levantaría una gran cantidad de escombros, el riesgo para la Tierra sería mínimo: “Quizás alguno podría escapar de la gravedad lunar y ser atraído por la Tierra, pero sería algo muy pequeño”.
Qué sigue en el monitoreo del 2024 YR4
La segunda ronda de observaciones con el James Webb está programada para mayo de 2025. Con esos datos, los científicos esperan refinar aún más la trayectoria del asteroide.
Alan Fitzsimmons, profesor de la Queen’s University de Belfast, afirmó: “No tendría ningún efecto en la Tierra, pero nos permitiría estudiar por primera vez la formación de un cráter lunar por un asteroide conocido”.
El caso del 2024 YR4 pone en valor el trabajo de vigilancia espacial y la cooperación científica internacional para entender mejor las amenazas cósmicas y aprovechar cada oportunidad de estudio.
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