¿Chau home office?: el regreso a la oficina reabre el debate
24/03/2025
Después de años de auge del teletrabajo, el escenario laboral está cambiando nuevamente. Aunque la pandemia instaló al home office como una alternativa masiva y eficaz, cada vez más empresas están optando por volver a la presencialidad.

Sin embargo, los estudios recientes y las opiniones de expertos advierten que esta transición no es tan sencilla como parece.
De la euforia remota al retorno corporativo
Compañías de peso como Amazon y JPMorgan, que durante el confinamiento apostaron fuerte por el home office, hoy exigen el regreso a la oficina, convencidas de que la interacción cara a cara potencia la colaboración y la productividad.
En nuestro país, la decisión de Big Box de retomar el trabajo presencial completo también generó debates encendidos.
Mientras algunos celebran el reencuentro físico con los equipos, otros consideran que se trata de un retroceso.
La experiencia del teletrabajo: luces y sombras
Según Radostina Purvanova, profesora de la Universidad de Drake, al inicio del aislamiento muchos empleados se sintieron desorientados, pero con el tiempo descubrieron que podían rendir igual o incluso mejor desde sus casas.
Sin embargo, la situación no fue homogénea: una parte de los trabajadores se sintió sola o aislada y pidió volver a la oficina.
Las cifras reflejan esta diversidad de preferencias:
- 25% prefiere trabajar exclusivamente en la oficina.
- 40% opta por un modelo híbrido.
- 35% sigue eligiendo el teletrabajo total.
Tensiones y nuevos paradigmas culturales
El regreso a la presencialidad no estuvo exento de conflictos. Alejandro Melamed, especialista en recursos humanos, explica que en algunas organizaciones la vuelta a la oficina fue usada como excusa para reducir personal: quienes no aceptaban, quedaban fuera.
Además, no todas las empresas contaban con infraestructura adecuada para recibir a todos sus empleados.
Melamed remarca que hay dos grandes modelos en juego: el de control, centrado en la supervisión presencial, y el de confianza, que se basa en objetivos y resultados sin importar el lugar desde donde se trabaje.
El impacto en la productividad: ¿dónde se rinde más?
La productividad en el ámbito de oficina no es tan sencilla de medir como en una fábrica. Factores como la creatividad, la calidad de los proyectos o la satisfacción del cliente juegan un papel clave.
Para Purvanova, la comunicación fluye mejor cara a cara, lo que estimula la innovación. Sin embargo, tareas individuales se ejecutan más eficientemente en entornos remotos por la menor cantidad de interrupciones.
Un estudio publicado en octubre de 2022 en PloS ONE muestra cómo cambió la percepción sobre la productividad del teletrabajo:
- Antes de la pandemia, 79% de los estudios lo asociaban con mejoras en la productividad.
- Luego del confinamiento forzado, solo 23% mantuvo esa evaluación positiva.
- El 38% registró efectos negativos.
La conclusión es clara: el trabajo remoto funciona mejor cuando es una opción, no una imposición.
Flexibilidad: un valor clave en la atracción de talento
María Isabel Labrado Antolín, de la Universidad Complutense de Madrid, señala que hoy muchos profesionales están dispuestos a aceptar salarios más bajos si eso les garantiza mantener la flexibilidad del home office.
En los sectores con escasez de talento, las empresas no pueden darse el lujo de imponer reglas sin consecuencias.
¿Hacia dónde va el futuro del empleo?
El modelo que se imponga en el futuro no será ni 100% presencial ni totalmente remoto.
Lo más probable es que se consoliden esquemas híbridos, diseñados estratégicamente para equilibrar productividad, autonomía y bienestar.
Para Pedro César Martínez Morán, de la Universidad Pontificia Comillas, la clave estará en los liderazgos: se necesitan jefes más flexibles, capaces de inspirar y gestionar sin importar la ubicación de sus equipos.
Incluso en los países más desarrollados ya se experimenta con nuevas herramientas: en China, por ejemplo, se prueban gafas de realidad virtual para simular oficinas digitales, mientras que en Estados Unidos algunas empresas apuestan al metaverso para fomentar la interacción entre empleados remotos.
¿Ir a la oficina? Solo si suma valor
La pregunta ya no es “¿se puede trabajar desde casa?”, sino “¿vale la pena ir a la oficina?”.
Según Melamed, solo aquellas empresas que logren responder con claridad qué aporta la presencialidad en términos de crecimiento, colaboración y desarrollo profesional podrán definir políticas sostenibles.
Muchas personas ya consideran el teletrabajo como un derecho adquirido. Obligar sin justificación puede generar conflictos, renuncias y pérdida de talento. El gran desafío es encontrar modelos flexibles, motivadores y eficientes.
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