Denunció el secuestro de su bebé, pero todo era una mentira

Un insólito caso de falsa denuncia sacudió el sábado por la tarde en el Asentamiento 12 de Agosto de Resistencia.

Una mujer de 38 años acudió a la Comisaría Cuarta asegurando que cinco hombres encapuchados y armados se habían llevado a su bebé de 9 meses.

Sin embargo, la historia resultó ser una mentira motivada, según indicó su pareja, por un supuesto "despecho".

La denuncia que movilizó a la Policía

El hecho se desencadenó cerca de las 17 horas, cuando la mujer denunció que un automóvil con cinco ocupantes armados llegó hasta su vivienda en la intersección de las calles 5 y Montevideo.

Según su relato, los hombres estaban buscando a su pareja, pero al no encontrarlo, decidieron llevarse al bebé, asegurando que lo devolverían cuando apareciera el hombre.

La denuncia generó una rápida movilización policial. Se desplegó un operativo en la zona y se iniciaron tareas investigativas para esclarecer lo sucedido.

La verdad detrás de la denuncia

Durante las primeras diligencias, los efectivos lograron localizar a la pareja de la mujer, un hombre de 30 años, y también encontraron al bebé en la casa de una joven que resultó ser hija de la denunciante. El pequeño se encontraba en buen estado de salud.

El hombre explicó que por la mañana había percibido olor a alcohol en su pareja, por lo que decidió pedirle a la hija de ella que cuidara al bebé momentáneamente.

Más tarde, cuando volvió a la vivienda, la mujer ya no estaba. Según su testimonio, ella se encontraba en un estado de "despecho" y probablemente inventó la denuncia por ese motivo.

Por su parte, la joven confirmó que su madre dejó la casa por su cuenta y que el menor había quedado bajo su cuidado por pedido de la pareja de su madre.

Intervención judicial

El caso quedó en manos de la Fiscalía de turno N°3, a cargo de Rosana Soto, quien ordenó la toma de declaraciones testimoniales a las personas involucradas, así como la notificación de las actuaciones.

Además, se solicitó la intervención de la Línea 102 para evaluar la situación del menor y garantizar su bienestar.

Este tipo de episodios no solo representan un uso indebido de los recursos policiales, sino que también generan preocupación por las dinámicas familiares y las posibles situaciones de vulnerabilidad que afectan a los niños.