Impacto de la libre importación de alimentos en el mercado local

El decreto 35/2025 del gobierno nacional ha generado sorpresa y preocupación en diversos sectores al desregular la importación de alimentos en Argentina.

Esta medida, impulsada por el ministro Federico Sturzenegger, modifica el Código Alimentario Argentino y resta atribuciones a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).

Ahora, productos alimenticios provenientes de diferentes partes del mundo podrán ingresar al país sin los controles previos de este organismo.

Cambios y desafíos para el mercado nacional

El gobierno argumenta que esta desregulación busca flexibilizar trámites burocráticos, pero la medida plantea importantes desafíos en términos de sanidad alimentaria.

Las normas de seguridad en alimentos son estrictas para prevenir riesgos sanitarios, y la falta de controles podría tener consecuencias serias para la salud de la población.

En el contexto económico, la medida coincide con una estrategia de devaluación de monedas en países vecinos como Brasil, lo que incrementa la competitividad de productos extranjeros como frutas, verduras y carne de cerdo, ofrecidos a precios más bajos en dólares.

Esto plantea un escenario complejo para los productores argentinos, quienes enfrentan dificultades para ajustar sus costos en un mercado nacional afectado por un dólar estabilizado que distorsiona sus cálculos económicos.

¿Qué pasará en Resistencia?

En la capital chaqueña, Alejandro Alloatti, subsecretario de Fiscalización Urbana del municipio de Resistencia, comentó cómo esta modificación afecta al control de alimentos.

Según explicó, el monitoreo de productos alimenticios importados sigue siendo competencia de la Anmat, que verifica aspectos sanitarios y de rotulación.

Sin embargo, Bromatología municipal tiene un rol diferente.

Alloatti señaló que el control local se centra en verificar las condiciones de los comercios para la habilitación y en corroborar que los productos cumplan con las exigencias nacionales, como los octógonos negros en los envases. "Si se detecta falta de información o de rotulación en los comercios locales, o si hay una denuncia de la Nación, actuamos; de lo contrario, el producto es tratado como cualquier otro", aclaró.

Preocupación sanitaria y económica

Este cambio en el esquema de importaciones podría derivar en un aumento de productos extranjeros en las góndolas, lo que afectará a productores nacionales y a las economías regionales.

Además, el relajamiento en los controles sanitarios por parte de la Anmat preocupa tanto a consumidores como a expertos en el tema.

Mientras tanto, en ciudades como Resistencia, el trabajo de los organismos locales se enfocará en garantizar que los productos cumplan con las normativas vigentes en los puntos de venta.